Autor: Juan José Chavez
Hoy, con frecuencia nos topamos con comunicaciones en diferentes medios de divulgación en donde el término agricultura regenerativa pareciera ser el término de moda.
Esta tendencia también está consolidándose de una manera interesante en revistas ahora cada vez más especializadas en esta nueva conceptualización de hacer agricultura, como el Journal of Sustainable Agriculture, Agriculture, Ecosystems & Environment y Renewable Agriculture and Food Systems, entre otras.
No obstante, a pesar de esta tendencia, es interesante constatar que aún no existe una definición sistemática y unificada de lo que es la agricultura regenerativa, como tampoco una estandarización transversal de cómo, en cada contexto, se pueden materializar acciones para promover las prácticas de agricultura regenerativa.
Si bien la consolidación de una definición es cuestión de tiempo, pareciera ser importante avanzar en este proceso fundamental que permitiría capturar verdaderamente el valor de lo que se entrevé se está gestando desde estas prácticas agronómicas, así como a estructurar mejor la construcción y conceptualización de este “termino”.
Desde una perspectiva práctica estos esfuerzos son necesarios para contar con mejor claridad para entender las implicaciones profundas en las prácticas agrícolas, cómo implementarlas, medirlas, consolidarlas, así como cuantificar los beneficios en la cadena de valor de la agroindustria y cómo comunicarla a todos los actores, desde el agricultor hasta el consumidor; en síntesis cómo promover las prácticas de agricultura regenerativa en todos los niveles de la cadena de valor de la industria alimenticia.
Con el ánimo de ahondar en este proceso y contribuir a este esfuerzo tomando en cuenta la realidad de la agricultura en Latinoamérica iremos compartiendo experiencias que aporten a esta tarea, identificando sus elementos y propiedades esenciales, sus características distintivas, tratando de capturar su significado de una manera que sea aplicable en diversos contextos y situaciones de la realidad agrícola de nuestra región.
1.ª clave: restauración progresiva y continua de la salud del suelo agrícola
Más allá de encontrarnos con el primer reto importante de definir qué es salud del suelo para caracterizar el concepto de agricultura regenerativa, el punto a subrayar -por el momento- es que la agricultura regenerativa se fundamenta en restaurar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, potenciando la interacción de los microorganismos del suelo con el cultivo, de tal forma que el manejo agronómico ofrezca la capacidad de satisfacer las necesidades del presente sin comprometerlas para el futuro.
En otras palabras, implica la gestión responsable de los recursos de manera que no se agoten ni degraden irremediablemente, permitiendo así la continuidad y el bienestar a largo plazo.
Y por recursos se entiende el área cultivable, por supuesto, pero también los insumos agrícolas, nutrientes, productos para la protección de cultivos, variedades, y el recurso hídrico: el agua.
Un manejo y gestión eficiente del agua tiene una implicación de suyo evidente y directa en el cultivo, pero también ofrece un importante componente de la salud del suelo.
De la misma forma, las implicaciones que están teniendo la implementación y el uso sostenido de biofertilizantes y el uso de coberturas en los programas de manejo nutricional, no solo se circunscriben a ese contexto, por demás evidente, sino que también implican condiciones para el desarrollo de un entorno microbiano con otros beneficios que trascienden los aspectos puramente nutricionales.
Similares implicaciones a lo que acontece respecto a los palpables beneficios de la inclusión de inductores de resistencia y productos biológicos para una gestión preventiva de plagas y enfermedades, con el beneficio de una reducción significativa en el uso de plaguicidas, que también trae otros más allá de los evidentes, repercutiendo positivamente en la productividad si de esta reducción se puede fomentar una mayor actividad de polinizadores.
En pocas palabras, un enfoque en la restauración progresiva y continua de la salud del suelo ofrece un panorama mucho más holístico, integrado y sistémico de lo que a simple vista pudiera parecer en un primer momento.
2.ª clave: visión holística e integral
Un aspecto implícito en la analogía de la salud, cuando nos referimos a la salud del suelo, es el concepto de vitalidad, que en términos generales se define como la condición que distingue a los seres vivos de los inertes.
Le atribuimos esa condición al suelo para referirnos a la condición de un sistema, que resulta no ser pasivo y tampoco una simple yuxtaposición de elementos inertes, sino un entramado interconectado de procesos, que en su mayoría están conducidos por todo un conjunto de microorganismos que habitan en él y que interactúan con el cultivo.
Esta característica de procesos interconectados es importante y fundamental en la toma de decisiones para dirigirnos a implementar este tipo de agricultura y se extiende a otras dos peculiaridades intrínsecas en el concepto: la noción de integralidad con un enfoque holístico.
Es desde esta perspectiva que tiene relevancia ponderar las ventas y desventajas de la agricultura regenerativa.
Con el término “holístico”, que caracteriza este tipo de agricultura regenerativa, se hace alusión a la idea de que las partes del sistema agrícola están intrínsecamente relacionadas con el conjunto del área productiva y que es necesario considerar el sistema en su totalidad para comprender completamente su funcionamiento.
En este enfoque holístico se reconoce que no se pueden comprender por completo los componentes individuales del sistema productivo sin considerar su interacción con otros componentes y su contribución al funcionamiento general del sistema.
Efectivamente, los modelos de agricultura regenerativa buscan la integración de todas las dimensiones del sistema.
Por ejemplo, se considera la salud del suelo desde una perspectiva que abarca mucho más que la simple fertilidad, movilización o ciclaje de nutrientes, que de suyo son evidentemente importantes, pero que va más allá incluyéndose también la interacción del microbioma con el cultivo para mejorar la adaptación de este a condiciones abióticas cambiantes del entorno, adaptación a condiciones variables de estrés con períodos de sequías o períodos con exceso de agua, salinidad, o adaptación a amenazas bióticas creando suelos supresivos a enfermedades o estimulando fisiológicamente a la planta a producir compuestos que repelen algunas plagas o promuevan significativamente el crecimiento radicular, incluso que promuevan características organolépticas apreciadas en la conceptualización de criterios de calidad y comerciabilidad de lo que se está produciendo en campo.
3.ª clave: enfoque en rentabilidad y comerciabilidad
Esa particular atención a la totalidad del sistema productivo es una característica intrínseca de la agricultura regenerativa:
El ejercicio de tener una visión más amplia y hacer que en lugar de centrarse únicamente en los síntomas o problemas aislados, se busque comprender y abordar el sistema en su totalidad da la pauta para tener un enfoque preventivo, en donde el objetivo principal es regenerar los recursos del área productiva fomentando la sostenibilidad a largo plazo, al tiempo que se producen alimentos de manera eficiente.
Este enfoque se basa en principios y prácticas que, restaurando la salud del suelo, promueven en el agricultor beneficios económicos directos ofreciendo la posibilidad de proveerle al sistema de forma natural, por ejemplo, nutrientes y optimizando la retención de agua, reduciendo así la contingencia de caer en una desequilibrada relación de costos versus beneficios.
Esquematizando esto desde el ángulo de la rentabilidad, podríamos ilustrar por ejemplo cómo la integración de biofertilizantes, así como el uso de coberturas, para la definición de las estrategias de nutrición del cultivo tendrían que evaluarse no solo desde la dimensión técnica de proveer nutrientes al sistema velando por la fuente correcta, la dosis correcta, el momento correcto y el lugar correcto, sino que además se sumaría un componente de rentabilidad evaluando cómo esta estrategia estaría teniendo un impacto positivo en un esquema más eficiente de fertilización impactando a su vez en la promoción de la microbiota formadora de exopolisacaridos que llevarían a establecer condiciones propicias para optimizar la estructura del suelo, creando un entorno mejor acondicionado para la retención de nutrientes y agua, permitiendo a su vez un mejor manejo y gestión eficiente de estos recursos.
Creando esta interacción positiva entre el microbioma del suelo y el cultivo, probablemente en la mayoría de los casos fomenten un sistema en donde de suyo exista una menor presión de plagas y enfermedades, haciendo posible sostener el manejo fitosanitario en un esquema efectivo de reducción del uso de plaguicidas.
Por otro lado, una perspectiva que busca la comprensión de las interconexiones en el sistema productivo y la atención a múltiples dimensiones agronómicas, promoviendo una aproximación integrada y preventiva a los problemas y desafíos es un aspecto clave en donde el agricultor no necesitaría sistemas complejos de certificación: el beneficio al ser tangible al productor desde esa dimensión de productividad entendida como la óptima relación entre los resultados obtenidos y los recursos utilizados, y aunándolo al concepto de rentabilidad, no requeriría un componente de verificación como el que usualmente se da en otros contextos de prácticas agrícolas como las que plantea la agricultura orgánica.
Probablemente, uno de los aspectos más interesantes de la agricultura regenerativa sea precisamente la transparencia y alineación de intereses que se da a lo largo de la cadena de valor en donde el agricultor motu proprio al palpar tangiblemente los beneficios de la agricultura regenerativa en la rentabilidad de la operación se mueva genuinamente a mantener y fortalecer este sistema productivo que respalda las inquietudes e intereses al otro extremo de la cadena, las inquietudes e intereses que demanda el consumidor a la industria para adquirir frutas y vegetales, o transformados alimenticios de calidad, inocuos, que provengan de entornos sostenibles, en donde se ha optimizado la huella de carbono y la huella hídrica.
Está de más decir entonces por qué resulta comprensible cómo empresas y organizaciones en todo el mundo están promoviendo y adoptando prácticas de agricultura regenerativa como parte de sus operaciones.
- General Mills ha estado trabajando en iniciativas de agricultura regenerativa a través de su programa “Regenerative Agriculture” y ha comprometido invertir en la mejora de la salud del suelo y la sostenibilidad de sus cadenas de suministro agrícolas.
- Danone ha establecido un programa llamado “One Planet. One Health“, que incluye un enfoque en la agricultura regenerativa. La empresa busca trabajar con agricultores para implementar prácticas agrícolas sostenibles y mejorar la calidad de la tierra.
- Patagonia Provisions, la marca de alimentos se centra en la promoción de alimentos producidos de manera regenerativa. Trabajan con agricultores que siguen prácticas de agricultura regenerativa para producir alimentos sostenibles.
- Nature’s Path, esta empresa productora de cereales y productos de desayuno orgánicos se ha comprometido a utilizar ingredientes provenientes de prácticas de agricultura regenerativa en sus productos.
- The Rodale Institute, si bien no es una empresa, el Instituto Rodale es una organización de investigación y educación líder en agricultura regenerativa. Trabajan para promover y avanzar en esta forma de agricultura a través de investigaciones, programas educativos y colaboraciones con agricultores.
- Stonyfield Organic, empresa de productos lácteos orgánicos, ha estado involucrada en la promoción de prácticas de agricultura regenerativa y en la mejora de la salud del suelo en las granjas lecheras de sus proveedores.
- Unilever, una de las compañías de bienes de consumo más grandes del mundo, ha anunciado su compromiso de apoyar prácticas agrícolas sostenibles y regenerativas en su cadena de suministro de ingredientes agrícolas.
- Cargill es una empresa agrícola y de alimentos a gran escala; sin embargo, ha estado trabajando en la promoción de prácticas de agricultura regenerativa y ha establecido metas de sostenibilidad en su cadena de suministro.
4.ª clave: el recurso indispensable de la tecnología
Es frecuente encontrar algunas listas de recomendaciones para implementar prácticas de agricultura regenerativa del estilo: no arar, mantener siempre cubierto el suelo, rotar cultivos, manejar asocios de cultivo, etcétera.
Sin embargo, concebir la agricultura regenerativa como un conjunto de prácticas transversales y sistemáticas que se fueran “imponiendo” con recetas estandarizadas a todos los contextos agronómicos sería un craso error y una visión reduccionista que limitaría severamente la expresión de todo el potencial que se está desplegando con este sistema productivo.
Al estar fundamentada, la agricultura regenerativa, en potenciar la interacción de los microorganismos con el cultivo, concebir en la base esa dimensión biológica, naturalmente no tendría sentido sino establecer para cada circunstancia qué recomendaciones serían las pertinentes en cada caso.
Tener una comprensión precisa de la variabilidad espacial, a través de los recursos y posibilidades que ofrece la agricultura de precisión y la agricultura inteligente, se vuelve una condición sine qua non sería utópico implementar el concepto de agricultura regenerativa.
Algunas de las tecnologías y enfoques clave de la agricultura digital que incluyen el uso de sensores, GPS, drones, análisis de datos, software de gestión agrícola y automatización, análisis de índices de vegetación, análisis del microbioma del suelo desde la perspectiva funcional, tienen un impacto significativo en la evaluación e implementación de las prácticas de agricultura regenerativa.
Tomando en cuenta la variabilidad espacial, implementar un enfoque Individualizado, específico a región y cultivo, pareciera ser un imperativo para hablar con propiedad de agricultura regenerativa. Cada área productiva es única y requerirá un tratamiento o abordaje específico que tenga en cuenta las características y variabilidad del lugar.
A modo de conclusión
De forma transversal, pareciera ser que el concepto de agricultura regenerativa es la manifestación práctica de los alcances que brinda ahora la agricultura digital e inteligente y desde donde se ofrece un enfoque agrícola centrado en la mejora y restauración progresiva y continua de la salud de los ecosistemas agrícolas, particularmente del suelo cultivable en donde el concepto holístico es fundamental, y en donde el beneficio de rentabilidad al agricultor es un aspecto esencial, que contrasta significativamente de la práctica convencional en donde un cambio de visión busca ahora rentabilidad, comerciabilidad y sostenibilidad en lugar de simplemente mantener una visión a corto plazo centrada, simple y llanamente, en “cantidad producida” a corto plazo.
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